PERPLEJIDAD
Nuestro cerebro se pone raudo, en marcha
y así encontrar en segundos una respuesta congruente,
a situaciones que nos dejan anonadados.
Este cuadro lo realicé en mayo del dos mil veintiuno. Pintado en acrílico. Utilicé cuerda, ojos de plástico y masilla.
Nuestra masa gris,
para aplicar alguna lógica a lo acontecido.
Nuestros circuitos trabajan a destajo en milisegundos, para dar con una respuesta coherente.
En la vida no hay que dar nada por hecho