DESENMASCARAR
Apartar creencias limitantes
nos conduce a una realidad, llena de opciones;
que sin importar el resultado,
hacen libre a nuestra Alma
Este cuadro lo pensé a primeros de febrero de este año dos mil veintidós, y lo empecé sin darme un tiempo de reposo, en cuanto finalicé Lucubrando; pues mi interior ansiaba contar esta historia.
Ha sido necesario un mes intenso de emociones para finalizarlo.
Deshacer esas creencias limitantes, que nos hacen estancarnos y no avanzar hacía nuestros proyectos.
Esas creencias que a lo largo de nuestra vida, las personas de nuestro entorno nos han ido transmitiendo y nosotros las hemos hecho nuestras sin llegar a cuestionarlas ni analizarlas.
Y con esas creencias limitantes, fuimos generando otras, enquistando aun más las ya adquiridas.
Y sin quererlo se va haciendo ilegible la realidad que nos envuelve, porque acabamos viviendo la realidad creada en nuestra mente, con esos pensamientos bloqueantes que frenan nuestro crecimiento personal.
Solo evolucionamos cuando dejamos de creer a pies juntillas, que poseemos la verdad absoluta.
Y lo más absurdo es, que la mayoría de esas creencias ni siquiera brotan de nosotros, porque son ideas externas que hemos escuchado.
Decidimos que son ciertas, porque simplemente pensamos que si la inmensa mayoría de la sociedad lo hace, debe ser lo correcto; ya que hacerlo de otra manera sería salir de la norma establecida. El miedo al que dirán y lo que los demás pensaran, nos mantienen en el mismo sitio día tras día.
Pero tarde o temprano llega el día en el que te escuchas, escuchas los gritos de tu Alma, pidiéndote que la liberes de las cadenas, porque se esta ahogando.
Y con pasos pequeños