Comencé a pintar dos meses antes del duodécimo cumpleaños de mi sobrina por parte de hermana, en febrero del dos mil dieciséis. Seguro que te asombró mi exactitud y es que tengo muy claro cuál fue el motivo que me llevó a ello.

Conocedora mi sobrina que me encantaba manipular todo tipo de materiales
y dejar suelta mi creatividad; cuando le pregunté que le hacía ilusión para su
cumpleaños, su respuesta fue, que le hiciera
algún montaje de los míos.
¡¡Madre mía!! … ¡Cómo! … ¡Qué! … el miedo y la inseguridad hicieron que mis ideas se escondieran. Mi cabeza paró en seco y cualquier idea que se me ocurrió, no la encontré apropiada.
Un día ordenando me encontré un lienzo pequeño y redondo. Me quedé mirándolo y aunque no tuve en aquel momento claro que haría, seguro que algo se me ocurriría.Durante unos días estuve pensando que pintar, y me acorde que a mi sobrina le encantaban los mándalas, así que me puse manos a la obra.
Tenía dos cosas claras, que ya era un punto de partida, iba ha emplear colores vivos y que su montaje permitiera interactuar con él.
Disponía de dos meses
para realizarlo y como bien supondréis alcance mi objetivo, como buena virgo
que soy, llevo bien la organización.
En mi primera incursión con la pintura no se me ocurrió ponerle título, no tenía una historia que lo
desencadenara, ni por descontado se me pasó por la cabeza firmarlo. Así que digamos que simplemente di forma al deseo
de mi sobrina o por lo menos le puse mi entusiasmo.
Pasé dos meses en los que dedique parte del día a su elaboración. En esa época me encontraba sumergía en un desasosiego, que no alcanzaba a entender. Durante ese intervalo que estuve pintando, esa angustia interna la había sentido más controlada, la había podido mantener más a raya. Mi mente estuvo concentrada en cada trazo que daba y eso me evadió.
Esta incursión en la pintura me enfocó hacia un mundo en el que sentí que podía soltar sentimientos y con ello conseguía sosegarlos, así que deseaba volver a sumergirme en esa serenidad de tener mi mente entre pinceles.
Un mes después, comencé a pintar mi segundo cuadro.