AHORA
Estoy y me siento
y así puedo escucharme;
entonces los agobios desaparecen,
porque el aire que inspiro, los disuelve.
Este cuadro lo he realizado en junio del dos mil veintiuno. He utilizado poliespán y masilla. He pintado con acrílico.
Vivir con el piloto automático, nos aleja de nosotros mismos; al dejar de escucharnos y de sentirnos.
Al volvernos autómatas, respirar solo se genera en el pecho y a medio gas, sin llenar los pulmones, sin renovar el poco aire que introducimos.
Dar más importancia a la cantidad que a la calidad, convierte la respiración en una parte invisible en nuestro día a día.
Y como volver a conectar con nosotros ...
tan fácil como, ser conscientes de cuando inspiramos y expiramos
Pon tu mano sobre tu ombligo
coge aire por la nariz lentamente, hinchando tu barriga ... INPIRAMOS!
nuestra mano percibe el aire absorbido y ahora de nuevo lentamente y por la nariz,
expulsamos el aire ... EXPIRAMOS!
No te olvides de respirar, con tu mente enfocado en ello, eso hará que te sientas en armonía.
Ser conscientes de la respiración
nos muestra el camino con nitidez